miércoles, 18 de mayo de 2011
Las intocables
SEGÚN LOS TEXTOS SAGRADOS DEL HINDUISMO, "UNA VIUDA DEBE SUFRIR HASTA QUE MUERE, DEBE SER PURA EN CUERPO, PENSAMIENTO Y ALMA". VESTIDAS DE BLANCO, SIN ZAPATOS Y RAPADAS, ESTAS MUJERES MALVIVEN DE LA CARIDAD Y LA MENDICIDAD. LAS VIUDAS EN LA INDIA, CONOCIDAS TAMBIÉN COMO "LAS INTOCABLES, EL MAL AUGURIO DEL PAÍS", VIVEN EN UNA SITUACIÓN DRAMÁTICA IGNORADA POR LA CLASE POLÍTICA SOCIAL E INTERNACIONAL.
Aunque esta historia es por pocos conocida, las mujeres que quedan viudas en la India viven una dura situación, que resulta difícil entenderla en el mundo occidental. Las viudas hindúes pertenecen a la casta de los Intocables (dalits), es decir, seres "tan bajos como el mar". Desde el siglo XVI, las mujeres que enviudaban en la India, eran sacrificadas, normalmente por el Sati, la autoinmolación, que era el más alto acto de fidelidad a los maridos.
Aunque esta tradición se prohibió en el país en 1829, durante la ocupación británica, existen muchos poblados que aun la siguen practicando. No obstante, las viudas en el país siguen siendo desechos de la sociedad, mujeres que por el simple hecho de haber perdido a sus maridos, es decir, sus dueños, sus amos, sus superiores, ya no son nada en la tierra; son desechos humanos. Ahora ya no las queman, simplemente las abandonan a su suerte. El gobierno de India concede a cada viuda una cantidad anual, entorno a 1500 rupias, pero el 95% de ellas, muchas analfabetas, no conocen sus derechos y ni siquiera lo cobran.
Según el Código de Manu, una de las escrituras sagradas más antiguas, una mujer no será nunca independiente. Para algunos sociólogos hindúes, la raíz del problema está en la sociedad "patriolocal". Las novias hindúes se unen a las familias de sus prometidos, y la mayoría de ellas rompen lazos con las suyas propias. Por ello, una vez que su marido fallece, la mujer queda a merced de sus parientes políticos, cuyo principal interés es el librarse de tener que cargar con el sustento de la viuda. Los hijos varones, cuando su padre muere sacan a su madre de casa, y se niegan a hacerse cargo de ella. Las hijas, dado que pasan a formar parte de la familia de su marido o sus prometidos, no tienen más remedio que dejar a su suerte a su progenitora. Si los hijos de la viuda son pequeños, estos pasan al cuidado de la familia del difunto marido.
Por otro lado, la fe hindú, que también es la ley, tiene prohibido que las viudas vuelvan a casarse, de manera que es imposible que puedan rehacer sus vidas. El Skanda Purana dice: "Un hombre sabio debe evitar a las viudas, aún sus bendiciones, como si fuera el veneno de una serpiente". Tiene reprimido todo deseo sexual, porque ello significaría traicionar a su difunto marido, y se les prohibe acercarse a cualquier festejo público o privado. Sin embargo, si un hombre queda viudo, éste recibe todo el apoyo de la sociedad y tiene el beneplácito de la clase política y religiosa para continuar su vida e incluso volver a casarse. Por el contrario, una mujer pierde al instante todos sus derechos y las pertenencias que compartía con su esposo, así como el hecho que debe dejar la casa donde vivía
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Sabía que os gustaría este artículo y que lo pondríais en vuestro blog. La verdad es que es escalofriante, sobre todo por lo que les ocurre a las mujeres que se quedan viudas, incluso a niñas que son menores de edad. Esto, no debería estar ocurriendo en pleno siglo XXI...
ResponderEliminarManoli Gómez dijo desde facebook...RELIGIONES............
ResponderEliminarMaría Aguilar Ramos dijo desde facebook....La religion es la mejor y mas grande fábrica de dinero del universo
ResponderEliminarJose Ramos dijo desde facebook...estoy de acuerdo kon tigo
ResponderEliminarMª Carmen Carrasco dijo desde facebook... ese dinero que es el único dios verdadero
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